Queridos amigos:
Este año es un año triste porque todos sabemos las circunstancias que nos rodean desde hace ya casi un año. Son muchas las vidas humanas que están costando por culpa de este virus, pero en menor medida, son también las consecuencias que está dejando esta situación a nivel familiar, social y comunitario.
Hemos vivido unas Navidades, por decirlo de alguna manera, muy raras. Hemos tenido que ser cuidadosos para reunirnos incluso con nuestros familiares, hemos estado restringidos para salir y celebrar estos días con los amigos, pero sobre todo hemos tenido que sacrificar muchos actos sociales que son importantes para nuestras vidas, y uno de ellos es el día de hoy.
El Encuentro de Cuadrillas o Día de las Pelotas, que desde el año 1989 no han dejado de celebrarse, este año hemos tenido que hacer un parón por el beneficio de la salud de todos. Y a pesar de que la finalidad lo considere oportuno, no podemos negar la tristeza que nos embarga por no poder celebrar uno de los días más folclóricos de nuestra tierra.
Pero lo que sí podemos hacer, aunque también limitadamente, es venir a nuestra iglesia a seguir dando gracias a Dios por nuestra identidad cultural, y este año, añadimos una rogativa especial a nuestra madre, la Santísima Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad de Murcia y de nuestro Patiño, para que interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo, y que el próximo año podamos continuar con esta hermosa tradición que nos identifica.
A pesar de todo, la unión que nos ha provocado este año a todos por estar aquí presentes, nos hace a todos partícipes de un interés común: que, en la sencillez de este año, en las limitaciones necesarias para mantenernos saludables, celebramos nuestra Fiesta de las Pelotas como podemos, en las reuniones sencillas de familiares o de amigos alrededor de un perol de caldo con pelotas. Y que este gesto nos recuerde quiénes somos, lo que hacemos y lo que conservamos. Amigos, este año aun así, no es un año perdido, lo celebramos de otra manera, pero es nuestra fiesta y nuestra cultura.
Gracias a todos por la unión de este año aquí en nuestra casa parroquial: a la Peña la Hijuela, a la Cuadrilla de Patiño, a las peloteras, a nuestro pedáneo y junta vecinal, a la corporación municipal, a los parroquianos y demás patiñeros. No estemos tristes este año, nuestra Madre nos escucha en esta rogativa y, si es de Dios, el año que viene podremos continuar diciendo a los visitantes: Venid el domingo después de Reyes a Patiño, que no sólo os invitamos a comer caldo con pelotas, sino que también oiréis cómo se elaboran trovos de manera casi instantánea disfrutando así de nuestra cultura y tradición musical.
Queridos patiñeros: feliz Día de las Pelotas.
Ángel Mateos